¿Has tenido alguna vez la certeza de que “no sirves para las Matemáticas” o que “la lectura no es para ti” o quizá “la carrera que cursas no es lo tuyo“?
¿En clase, te esfuerzas por comprender, pero al final del día te das cuenta de que no captaste ni las partes esenciales del tema?
¿Tus calificaciones son apenas aceptables, o francamente malas, y como no sabes como mejorarlas te has planteado rendirte y desertar?
Entonces este artículo tal vez te ayude a encontrar algunos situaciones a mejorar, teniendo en cuenta que no hay una receta mágica para mejorar tu desempeño, y que existen una gran variedad de factores que pudieran estar afectando tu aprendizaje. Sin embargo, con autodisciplina, constancia y las sencillas recomendaciones que te presentamos a continuación con seguridad conseguirás mejorar significativamente tus resultados académicos.
Las Recomendaciones.
1. En clase no te quedes con dudas. Evita guardarte las dudas que surjan en clase. Pregunta, aclara, argumenta, participa; no te avergüences por preguntar, no pienses que tus preguntas son “tontas”, o que el maestro se va a enfadar. También, cuando puedas, auxíliate del diccionario y las fuentes que sean necesarias, pero asegúrate siempre de comprender bien, las ideas expuestas en el salón.
2. Toma notas. “Traduce” lo que dice el maestro, el apunte, el video, etc. a los términos que tu entiendas y recuerdes con facilidad (“tus propias palabras”), luego compara con otras fuentes y autocorrígete. Si puedes, enriquece tus notas con ilustraciones y comentarios.
3. Establece un horario. En la medida de lo posible establece un horario para estudiar y hacer tareas. Si, ya sabemos que no todos podemos disponer de nuestro tiempo en casa como quisiéramos, pero trata de definir un horario para ello, y de cumplir con él. Si puedes, deja las noches de desvelo sólo para cuando te resulte inevitable, y organiza lo mejor posible, según sea el caso, tus mañanas o tus tardes.
4. ¡Concéntrate! Evita tanto como esté a tu alcance distracciones e incomodidades de cualquier tipo. Un lugar bien ventilado, con buena iluminación, una mesa en orden, una silla cómoda (no, no trabajes acostado) y deshacerte temporalmente de agentes distractores como el celular (¡si, en serio, guárdalo un rato!), tu música (no pasa nada, unas horas de abstinencia no serán tan malas), la tv, etc., suelen bastar para aumentar tu concentración. Si, lo de siempre, no todos contamos las con las condiciones ideales una habitación para nosotros solos, o con el espacio y un ambiente tranquilo, pero trata de adecuar lo mejor posible tu lugar de trabajo. Y si no se puede, ¿Qué tal una visita a la biblioteca?
5. Usa técnicas apropiadas de estudio. Todos tenemos nuestra propia forma de aprender, a algunos se les facilita aprender escuchando, otros asimilan mejor por la vía visual, y algunos se desenvuelven mejor si la enseñanza implica realizar actividad motriz. En general, cada uno de nosotros tiene cierta proporción de los diferentes estilos mencionados. Así que cuando tengas oportunidad, saca provecho de ello: Si eres visual realiza presentaciones en computadora, elabora mapas mentales o conceptuales, usa códigos de colores, dibuja, etc., si eres auditivo graba tus resúmenes en audio, haz una canción o un rap, y si el estilo que te acomoda mejor es el motriz, haz una representación teatral o, si es aplicable, construye un modelo, una maqueta o un prototipo.
Aprende a trabajar, de forma colaborativa. Cuando se permita trabajar en equipo, todos sacaran provecho, todos, de las características de aprendizaje y habilidades de los compañeros participantes.
6. Pon el nuevo conocimiento en contexto. Siempre pregúntate ¿Para que…? ¿Por qué…? ¿Cómo…? ¿Cuándo…? ¿Qué…? ¿Y si…? ¿Quién…? ¿Dónde…?, en relación a los temas que se estén analizando.
Contestar esas preguntas, ampliará tu panorama teórico y mejorará tu comprensión. Además, si quieres dominar el tema, investiga por tu cuenta (no esperes siempre a que el maestro te mande) antecedentes, aplicaciones, , relación con otros temas, ejemplos, consecuencias, variantes, platica, pregunta, debate, etc
7. Aprópiate del conocimiento. Analiza y establece, en tu entorno como aplican los conocimientos y habilidades adquiridos. ¿Qué tienen que ver con tu cotidianeidad? ¿Cómo aplican en tu vida diaria, en tu círculo social, laboral, familiar, en tu historia, en tu plan de vida, etc.?
8. Aplica tu conocimiento. Uno de los mejores fijadores del conocimiento, es la aplicación del mismo. Piensa: donde aplicarlo, experimenta con él, búscale diferentes usos; especula, deduce como lo usarías de otra manera, que pasaría si fuera mal aplicado o si no lo supiéramos hacer, etc.
9. Enseña, comparte el conocimiento adquirido. Es una de las mejores formas de comprender cabalmente, y de reforzar el aprendizaje. Una buena estrategia es formar grupos de estudio y repartirse los temas para explicarlos entre los participantes. Incluso explicarle un concepto a algún familiar, aunque no cuente con antecedentes del tema, será indicativo de si somos capaces de comunicar con aceptable eficacia el tema en cuestión.
10. Redacta. No te limites a copiar y pegar. Lee, comprende y aprende a redactar. Trabaja en tu capacidad de extraer la información relevante, de resumir, sintetizar, sacar conclusiones y argumentar. El tiempo invertido en esto, siempre tendrá recompensas para ti. La capacidad de expresar ideas de forma escrita (y también oral) es una habilidad de comunicación que te será de gran utilidad por el resto de tu vida estudiantil, laboral y cotidiana.
11. Sé ordenado. Si estás tomando notas, registra la fecha o el número de sesión, así como el tema central al que pertenecen. Evita anotar contenidos de una asignatura en el cuaderno de otra materia, no revuelvas contenidos. En sitio de estudio procura tener únicamente lo que vayas a ocupar en el momento. Concéntrate en la asignatura y tema que estés trabajando en el momento, y olvídate de cualquier otro asunto pendiente. El orden en todos los aspectos de tu trabajo siempre contribuirá a obtener buenos resultados.
12. Di NO a la procrastinación. Procrastinar es una palabra que significa posponer una tarea o actividad, a pesar de tener oportunidad de hacerla con tiempo suficiente. No dejes, de forma consciente o inconsciente, tus trabajos para última hora. Evita distraerte u ocuparte en cosas que no sean importantes o urgentes, y prioriza tu estudio y trabajos escolares.
¿Y si, ni aplicando estos consejos mejoro?
NO te rindas. Cuando uno ha tenido malos hábitos durante mucho tiempo, modificarlos requiere tiempo, esfuerzo y disciplina. Hay que seguir trabajando en ello, pues como habrás notado, todas las recomendaciones se basan en el sentido común.
Además, como ya se mencionó al principio, podría haber otras muchas situaciones a corregir, como problemas de la vista, auditivos, cognitivos, emocionales, de nutrición, etc., que podrían estar obstaculizando tu avance escolar.
Y por último, recuerda que no estás solo en esto, tus maestros en primera instancia, tu tutor académico, y las autoridades del plantel, siempre buscarán la forma de ayudarte si recurres a ellos.